La familia de Jean Charles de Menezes, tiroteado por error por efectivos policiales que lo confundieron con un atacante suicida, ha informado de que llegaron a un acuerdo con Scotland Yard, que le entregará una compensación por su muerte.
El joven de 27 años fue abatido en la estación de metro de Stockwell el 22 de julio de 2005 después de que los agentes lo confundieran con uno de los presuntos autores de los atentados del 7 de julio. Desde entonces, su familia ha estado librando una batalla legal contra los oficiales que le disparon.
En un comunicado conjunto, la familia y Scotland Yard han anunciado hoy que "todos los litigios" han sido resueltos. "El comisario de la Policía (...) y representantes de la familia Menezes están encantados de anunciar que todos los litigios entre ellos que surgieron por la trágica muerte de Jean Charles de Menezes se han resuelto", reza el texto.
"Los miembros de la familia están encantados de que se haya llegado a un acuerdo sobre una compensación que les permite dejar atrás estos acontecimientos y seguir adelante con sus vidas", añade el comunicado, que promete ser el último de la familia y no precisa a cuánto asciende la compensación pactada. Según la prensa británica, la suma podría ascender a las 100.000 libras (casi 111.000 euros), muy por debajo de las 300.000 que pedía la familia.
Una investigación sobre la muerte del joven realizada el año pasado desveló que la incomunicación y la confusión fue lo que llevó a los efectivos policiales -que llegaron tarde al lugar- a disparar contra el joven al que confundieron con Hussein Osman, uno de los cuatro militantes islamistas que trató, infructuosamente, de hacer estallar la red de transporte de Londres el día anterior.
Los comentarios de varios testigos contradijeron las declaraciones de que los policías habían advertido a Menezes antes de dispararle y afirmaron que los efectivos habían estado "fuera de control".
El jurado de la investigación respaldó los testimonios de los testigos, al confirmar que no hubo gritos de advertencia ni que Menezes se había acercado a los policías, como ellos afirmaban. Sin embargo, la justicia determinó que no hubo evidencias de una acción criminal justificad a y la jefatura policial también concluyó de que ninguno de los efectivos involucrados sufrirían penas disciplinarias.
AGENCIAS - Londres - 23/11/2009
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